El sueño de muchos jóvenes de todo el mundo es irse de copas con Kimi Raikkonen. Es famoso (por lo que se te acercan las mujeres que da gusto), tiene pasta (lo que hace que siempre pague él) y si hay que salir echando leches del pub no hay ningún problema (siendo campeón del mundo de Fórmula 1 digo yo que no lo pillará la policía y mucho menos el dueño del pub).