Para practicar técnicas de seducción siempre tienes el espejo. Pero claro, nada mejor que tener a un hombre al lado, aunque no sea más que un busto que ni se inmuta.
Para practicar técnicas de seducción siempre tienes el espejo. Pero claro, nada mejor que tener a un hombre al lado, aunque no sea más que un busto que ni se inmuta.