No es lo más normal del mundo. A tus padres les cuesta hacerse a la idea de que estás saliendo con un avestruz, pero al final se acostumbran y le cogen cariño.
No es lo más normal del mundo. A tus padres les cuesta hacerse a la idea de que estás saliendo con un avestruz, pero al final se acostumbran y le cogen cariño.