Los jóvenes no se pueden quedar de brazos cruzados y deben luchar por el derecho a la educación pública de calidad. Lo estamos perdiendo todo por culpa de ese préstamo a los bancos que nos ha dejado a todos temblando. Ya está bien de tantos recortes. Que paguen los que se han cargado el país.
La educación, la sanidad, los medios de comunicación públicos, la investigación científica. Se están cargando el futuro de un país, derechos conseguidos con una lucha de años que desaparecen en tan sólo un año. ¡Ya está bien! Y quedan tres años así. ¿Qué quedará del estado de bienestar entonces?
Sí que quedará algo: el sueldo de los políticos. Esos sí que viven bien haciendo favores a sus amigos los banqueros y los empresarios corruptos. Y a la Casa Real y a la Iglesia, que no se nos olvide…