Si llevas a tu perro a un desguace, es probable que se lo pase en grande mordisqueando la tapicería de los coches. Lo malo es que luego querrá hacer lo mismo con el tuyo.
Si llevas a tu perro a un desguace, es probable que se lo pase en grande mordisqueando la tapicería de los coches. Lo malo es que luego querrá hacer lo mismo con el tuyo.