Si ves que a tu hijo no le gustan los osos de 3 metros de altura, no seas mala madre y apártalo de ahí rápidamente. La cara de pánico de la criatura lo dice todo.
Si ves que a tu hijo no le gustan los osos de 3 metros de altura, no seas mala madre y apártalo de ahí rápidamente. La cara de pánico de la criatura lo dice todo.