No solo los humanos competimos entre nosotros, el reino animal también hace gala de ese espíritu de competición y que mejor ejemplo que dos pesos pesados de la fauna, el oso contra el toro. La lucha está servida.
No solo los humanos competimos entre nosotros, el reino animal también hace gala de ese espíritu de competición y que mejor ejemplo que dos pesos pesados de la fauna, el oso contra el toro. La lucha está servida.