Hay que reconocer que a la gente no le gustan las desgracias. La gente prefiere darle la espalda a la cruda realidad porque no suele ser muy agradable. Preferimos que nos pinten las cosas muy bonitas para vivir eternamente en los mundos de Yupi.
Hay que reconocer que a la gente no le gustan las desgracias. La gente prefiere darle la espalda a la cruda realidad porque no suele ser muy agradable. Preferimos que nos pinten las cosas muy bonitas para vivir eternamente en los mundos de Yupi.