Cuando llega la época de exámenes, muchos estudiantes se pasan horas y horas en la biblioteca. Algunos deciden dormir en el coche unas horas hasta que vuelve a amanecer, mientras que otros se quedan durmiendo donde están sentados para no perder más tiempo.
Hay niños que tienen muy claro que sin regalos no se van a quedar esta Navidad. De lo contrario, puede haber una sangría de renos que podría dejarlos en peligro de extinción. Supongo que Papá Noel tomará cartas en el asunto.
De pequeños todos hemos jugado en la ducha con un patito de goma, pero cuando nos hacemos mayores ya nadie le hace caso y se pone triste.
Me gustaría saber vuestra opinión sobre esta imagen. No tengo muy claro si el hombre que está enganchado al árbol lo ha hecho por su propia voluntad o no. ¿Es una huelga de hambre o tal vez una broma que le han gastado sus amigos? Yo soy de los que opinan que más bien es lo último, más que nada por la cara que ponen todos ellos.
Este niño, más que ser aficionado a un equipo, es un gran aficionado al queso.
A este niño no le gusta nada ir de compras por el supermercado. Por eso se tira al suelo y se deja arrastrar por el carrito. Una buena forma de limpiar el suelo.
Esta chica tiene el trasero más grande del mundo, es tan enorme que te puedes servir el desayuno en sus nalgas. Culazo de los buenos.
Parece que a esta chica le molesta mucho el tanga y no sabe cómo ponérselo.
Romper el cerdito es lo que solemos hacer cuando queremos sacar todo ese dinero que hemos ido ahorrando a base de paciencia. La sensación de cargárselo con mala leche debe ser muy placentera.
Romper un cristal es algo que seguro que más de uno de vosotros habrá hecho en su vida, voluntaria o involuntariamente. Yo tengo que reconocer que jugando a fútbol en casa me cargué más de una lámpara, que viene a ser algo parecido.
