No todos los aficionados al tuning son unos descerebrados. No estoy para nada de acuerdo con esa frase que ya he escuchado en más de una ocasión. Los hay que son tan precavidos que hasta equipan el maletero con un váter y su correspondiente papel para limpiarse el hojaldre. Todo sin prescindir del subwoofer, claro está.
Los amantes del tuning saben de la importancia de ser fieles a sus ideales. Por eso es importante que hasta el carrito de bebé monte unos neumáticos y unas llantas enormes. Si encima va acompañado con el logo «RS», mejor que mejor.
Si ves que los alerones que venden en las tiendas de productos tuning son muy caros, lo mejor que puedes hacer es pedirle al carpintero de tu barrio que fabrique uno de madera. No será tan glamuroso como los de fibra de carbono, pero con un poco de suerte mejorarás el coeficiente aerodinámico.
Para qué negarlo. Las chicas ya no son supermodelos y los coches han dejado de ser superdeportivos de última hornada. El mundo del tuning también está sufriendo los estragos de la crisis.
En Rusia pasan cosas muy extrañas a todos los niveles. Ni siquiera el tuning, que es algo fuera de lo común en cualquier rincón del mundo, consigue pasar desapercibido. Allí no utilizan alerones, sino que colocan a mujeres con muy poca ropa en la parte trasera de los coches. ¿Alguien me lo puede explicar?
Este es el Ford Ka más tuneado. Qué manía tienen algunos con desgraciar sus coches…
¿Quieres ser la chica más tuning de tu barrio? Entonces toma nota de Emma, una mujer a la que le encantan los coches y las motos. Para ella su príncipe azul tiene que aparecer derrapando con un Hyundai Coupé verde que a poder ser lleve un tribal a uno de los lados y «Japan Tuning» en la luna trasera. Mola, ¿no?
SEGUIR LEYENDO «Ser una chica tuning»
¿Os podéis creer que haya gente capaz de ponerse un alerón con las caras de los protagonistas de Harry Potter? Viva el tuning…
Este es el típico coche de killo que ha sido tuneado hasta la muerte. Lo peor de todo es que el propietario siempre suele pensar que lleva un cochazo, que es lo más, que es la envidia de todo el barrio. En fin…
En Japón son fanáticos del tuning, tanto los hombres como las mujeres tunean sus coches para llamar la atención.
