No todo es tan bonito como parece. Si una zona turística no acaba de convencer por sus propios atributos, lo que hay que hacer es inventarse una playa irreal repleta de delfines y gaviotas. Solo así es posible atraer a los turistas. Luego ya reclamarán lo que tengan que reclamar.
Para saltarse las normas a veces es necesario hacer cosas muy extrañas.
Pedir matrimonio es algo muy bonito, y no importa el lugar elegido para hacerlo. Sin embargo, es preferible no mojarse más de la cuenta…
Cuando alguien insiste no hay más remedio que cumplir órdenes, aunque a veces las cosas no son tan fáciles como parecen. Y sino que se lo pregunten al pobre hombre que no quería bañarse…
Los que habéis tenido o tenéis la suerte de veranear en una segunda residencia en la costa, seguro que siempre os habréis topado con el típico vecino optimista que cree saber más que los satélites meteorológicos. Es el perfil de veraneante que se va a la playa cuando hace mal tiempo y te suelta algo como… «no te preocupes, ahora saldrá el sol».
Imagínate tomando el sol en una playa de Miami. Estás súper relajado, disfrutas del buen tiempo y no hay nada que pueda perturbarte. ¿O sí? ¡Hay una serpiente moviéndose por la arena! Qué capullos, no es más que una broma de mal gusto.
La tecnología cada vez está más presente en nuestras vidas, incluso algunas chicas que se desnudan en la playa utilizan el iPad para tapar sus partes más íntimas.
Es una pena. Nos estamos cargando el planeta casi sin darnos cuenta. Lo podemos comprobar cuando respiramos el aire contaminado de las grandes ciudades o acudiendo a playas que no pueden estar más sucias. Como podeís ver a continuación, algunos surfistas han tenido que acostumbrarse a las olas llenas de basura.
¿No os ha pasado nunca eso de estar en la playa y ver como sube la marea? Tienes que darte prisa para retirar todas tus cosas, pero casi siempre suele ser demasiado tarde.
No hay nada más increíble que contemplar una bonita puesta de sol en la playa.
