A nadie debería extrañarle a estas alturas que se puedan ver desfiles como este. Es lo más normal del mundo ir en pelota picada con una carretilla llena de naranjas y con una calavera como taparrabos.
A nadie debería extrañarle a estas alturas que se puedan ver desfiles como este. Es lo más normal del mundo ir en pelota picada con una carretilla llena de naranjas y con una calavera como taparrabos.