Este sí que es un paraguas para dos. Espacioso, ligero y rígido, cuesta 30 euros.
Monumento del Che Guevara
El Che Guevara fue un revolucionario que marcó época durante el siglo pasado. Tanto fue así que llegó a cambiar hasta la bandera de Bolivia por la de Cuba. Menudo error…
Panel de información loco
Este panel de información no sirve para lo que debería. Con él uno no se entera, ni de la temperatura, ni de la hora, ni de nada. Si alguien puede descifrarlo que lo haga, por favor.
Actuación en caso de ahogo
Si ves que alguien se está ahogando, lo mejor que puedes hacer es reirte y llamar al 911. Puede que cuando lleguen ya esté ahogado, pero tú habrás actuado correctamente y te lo habrás pasado en grande. Si es que…
Los pies más apestosos del mundo
Un concurso muy estúpido y divertido se celebró hace poco en Vermont, Estados Unidos. Se trataba de premiar al niño o niña con las zapatillas más apestosas. Participaron niños de entre 6 y 16 años y la ganadora fue Trinette Robinson, quien se llevó 2.500 dólares de premio, un viaje a Nueva York y varias entradas para el musical de Broadway «The Lion King». En segundo lugar quedó el participante más joven de esta edición. El concurso se celebra desde 1975 gracias al patrocinio de empresas dedicadas a fabricar desodorantes para el calzado y la ropa deportiva.
Sofá muy cómodo
El otro día entré a una tienda de muebles y me intentaron vender este sofá diciéndome que era muy cómodo. No sé lo que pensaréis vosotros, pero a mí no me convencieron…
Tatuaje de anime
Esta mujer, que pensamos que puede ser japonesa, cuenta con un tatuaje que puede hacer las delicias de los amantes del anime. Sin duda, estamos ante uno de los tatuajes más llamativos que hemos podido ver aquí.
Manzana con forma de calavera
Esta manzana da miedo, pues se ha quedado con una forma de calavera muy lograda. Ideal para Halloween.
Bicicleta para cinco
Las tándems han pasado a la historia, ahora lo que se lleva es ir en una bicicleta para cinco. Es lo que hay cuando se tiene una familia numerosa…
Los primeros ordenadores
Los primeros ordenadores eran enormes, tanto que hasta podríamos decir que te tenías que meter dentro de la torre para poder utilizarlos.
