Es casi imposible deshacerse de un gato que tiene ganas de jugar. Lo sabe el perro que aparece en el siguiente vídeo, ya que el pobre no encuentra su momento de intimidad para disfrutar del hueso que está mordiendo.
Es casi imposible deshacerse de un gato que tiene ganas de jugar. Lo sabe el perro que aparece en el siguiente vídeo, ya que el pobre no encuentra su momento de intimidad para disfrutar del hueso que está mordiendo.
SI NO TE PONES A JUGAR TE LA VERAS CONMIGO..JAJA