Lo bueno de pedir un té helado en Bangkok no es lo rico que está, sino el espectáculo que te dan en su elaboración. Parece mentira que no cae ni una gota fuera.
Lo bueno de pedir un té helado en Bangkok no es lo rico que está, sino el espectáculo que te dan en su elaboración. Parece mentira que no cae ni una gota fuera.