Antiguamente los altavoces no eran tan sofisticados como ahora. Ni adornados con la Hello Kitty ni con cristales de Swarovski, eran auténticas antenas parabólicas.
Antiguamente los altavoces no eran tan sofisticados como ahora. Ni adornados con la Hello Kitty ni con cristales de Swarovski, eran auténticas antenas parabólicas.