Los aviones del futuro no tendrán ventanas. Podremos disfrutar de unas vistas panorámicas del cielo excepcionales para que el viaje sea más ameno. Eso siempre y cuando no tengamos miedo a las alturas y a volar, claro.
A cada lado del avión habrá una especie de panel de cristal muy resistente en el que se mostrará información del vuelo (hora de llegada aproximada, temperatura exterior, etc.) y de los servicios a bordo. Además, detrás de cada asiento, que por cierto podrán ser más grandes, habrá una pantalla pensada para el entretenimiento.