Al perro que veréis en el siguiente vídeo le encanta jugar. El problema es que a veces la emoción le juega malas pasadas. El espaldarazo que se da me duele hasta a mí…
Al perro que veréis en el siguiente vídeo le encanta jugar. El problema es que a veces la emoción le juega malas pasadas. El espaldarazo que se da me duele hasta a mí…